Descripción
Quien se asome a estas paginas encontrara un argumento polemico pero de gran honestidad intelectual: la ciencia politica dominante en el mundo actual no tiene rumbo y camina con pies de barro, le ha dado la espalda a la vida, es decir a la experiencia politica. Desconectada de la vida social y cultural de los pueblos, colonizada por metodos propios de otras disciplinas, ahogada por el dato duro y encorsetada por la hiperespecializacion, agoniza. De ella solo pueden brotar datos inutiles e irrelevantes. El pensamiento politico, la sabiduria politica, hay que buscarlos en otra parte. La ciencia politica ha sido incapaz hasta ahora de captar siquiera la novedad que introduce la democracia como forma de organizacion social y politica en la era moderna. En principio, el desafio que plantea la democracia al pensamiento (y que nunca se cuestiono la ciencia politica) es la crisis de representacion que le es inherente y con ella la emergencia de una nueva sociedad que aspira al bienestar comun. En suma, hoy la politica es cada vez mas una construccion simbolica, pues todo es politizable a condicion de que sea debatible. En consecuencia, si la ciencia politica aspira a trascender el nivel de superficialidad que acusa desde sus origenes, debida a los metodos positivistas que le han hecho perder de vista la complejidad de lo social, entonces debe corregir la miopia de sus supuestos metodologicos, o sea incorporar en su seno la experiencia de la filosofia politica y nutrirse de otras disciplinas las artes, la literatura que le aporten sustento y le permitan una lectura social centrada en el ciudadano y no en la estadistica. Cesar Cansino detecta en este trabajo los signos ominosos de una ciencia social que ostenta el monopolio de la verdad sobre la vida politica, y ofrece un diagnostico sin complacencias, sumado a incomodos interrogantes: podra la ciencia politica superar su esterilidad para afrontar los desafios que le propone la democracia?