Descripción
Durante muchos años la ciencia jurídica se ha ocupado de indagar las matrices profesionales y técnicas de quienes tienen la responsabilidad de decir el derecho de cada quien en el caso concreto. Sin embargo, pocos estudios habían focalizado su trabajo en conocer con detenimiento las responsabilidades éticas de los jueces.
Desde fines del siglo pasado, los jueces ocuparon un espacio en la agenda académica y científica, no ya por sus resoluciones, sino por los comportamientos impropios que en la vida pública y privada ellos tenían, lo cual disparó la no superada discusión acerca de qué clase de sujeto moral debe ser un juez, con independencia de su formación profesional.
Así, los códigos de ética judicial y los tribunales éticos dejaron de ser una parte fantástica en la literatura judicial, y las responsabilidades éticas de los jueces han comenzado a tener un peso social sensible en toda América Latina, aunque con las diversidades propias de cada Estado.
La ética judicial en este libro tiene una centralidad, y es abordada práctica y doctrinalmente desde varios lugares, todos ellos con un mismo objetivo: aspirar a magistraturas técnicamente más sólidas, sin duda, pero -antes- con jueces con una contextura ética que eviten los perfiles grises, que tanto frustran a la ciudadanía cuando aspira a la realización de una justicia independiente, imparcial y ecuánime.