Descripción
El concepto defensa de la Constitución ha generado, desde los orígenes mismos del constitucionalismo occidental, un intenso debate que ha requerido la atención de los estudiosos del derecho, desde los más connotados pensadores hasta anónimos juristas se han empeñado en intentar explicar, desde diversas posturas doctrinales, una defensa jurídica de la ley fundamental. Lo primero que viene a la memoria cuando hablamos del tema, es que la Corte Suprema de Justicia tiene a su cargo la defensa de la Constitución. Pero, 2 se agota ahí el tema?. Definitivamente no.
La transformación del Estado liberal de Derecho en un Estado Social de Derecho generó, en su momento, fuertes fricciones que ponían en riesgo la estabilidad misma de la democracia y entonces surgen las posturas que preconizaba que la defensa podía hacerse incluso con la ruptura del orden vigente y aquellas que insisten en una protección democrática de Estado. Este debate que nació en los primeros años del siglo XX en la Europa en crisis, se trasladó a nuestro continente en los años treinta y se consolidó con fuerza devastadora en los años siniestros de las dictaduras, cuando se impusieron las posturas legitimadoras de las soluciones autoritarias. Pero el debate siguió, la democracia se recuperó y surgió con fuerza la necesidad de encontrar (si existen) soluciones democráticas a las crisis sociales y políticas, por fuertes que sean
Se plantea también la necesidad de un estudio profundo del sistema político vigente, para ver si el presidencialismo rígido que nos caracteriza no debería ser atenuado, modificado, buscando canales institucionales para descomprimir los conflictos. No siempre las rupturas constitucionales se dan el por la gravedad de los problemas sociales y sistema jurídico económicos, a veces vigente impide el diálogo y la implementación de los acuerdos, lo que sugiere la necesidad de introducir importantes modificaciones institucionales. Bien señala la doctrina que negarse a discutir los valores y principios que inspiran toda ideología constitucional conducir a un peligroso quietismo institucional contra el cual se estrellan los reclamos políticos y sociales. ¿Hasta cuándo pude aguantar una Constitución?
Si el objetivo es proteger la democracia constitucional antes los embates del autoritarismo, más que nunca se vuelve necesario hablar sobre la Defensa de la Constitución y sus alcances, abriendo los caminos para las reformas necesarias.