Descripción
Este libro comprende la primera parte del curso de sociología general que Pierre Bourdieu dictó en el Collège de France: una serie de clases en las que expone qué es para él la sociología, cuál es su objeto y qué significa ser un sociólogo. Hay que volver, dice Bourdieu, a los conceptos fundamentales, no meramente para hacer divulgación sino para transmitir en qué consiste el trabajo del investigador y hasta qué punto se empobrece o se automatiza si se lo da por sentado. Para eso, hay que desafiar el sentido común que nos dice que el sociólogo estudia las estructuras y los procesos susceptibles de un análisis estadístico independiente de los individuos, o bien que sólo se ocupa de los sujetos concretos y las interacciones observables entre ellos.
Lejos de esas simplificaciones, la sociología no es una foto o una película de la realidad. Al contrario, busca describir las cosas invisibles, las relaciones que no se dejan fotografiar, las estructuras ocultas, incorporadas al punto de presentarse como naturales. En un estilo coloquial y amable, valiéndose de referencias empíricas y de comentarios irónicos, y siempre atento a su auditorio, Bourdieu revisa la noción de la sociología como ciencia de las instituciones y –tomando los casos de la Iglesia y el Estado, el sistema escolar y el mundo del arte– analiza las operaciones de nominación y clasificación, los ritos que legitiman lugares y posiciones para determinados agentes sociales (excluyendo a otros). Y se concentra luego en la articulación entre habitus y campo, en las luchas simbólicas, en el conocimiento teórico y el práctico, en las relaciones entre las distintas especies de campo y de capital. De Durkheim a Marx y Weber, de Flaubert a Sartre, de Lévi-Strauss a Hegel, Husserl, Heidegger y Leibniz, Bourdieu piensa el oficio del sociólogo en diálogo con los padres fundadores de la filosofía, la antropología y la historia contemporáneas.