Descripción
«Escribir y publicar un libro, en la era de la superficialidad extrema y sus canales preferidos: las pantallas audiovisuales en relación carnal con una crisis educativa en tobogán o mecánica deseducación oficial que reparte cartones y casi nada de agenda académica y democrática para lectura comprensiva, (gloria de la ficción de élites y ya con beso de la mujer artificial de Elon Musk), es significativamente heroico, natural. Y en un acto literario así y en legítima defensa de recuerdos y semblanzas personales, en primer lugar, creería que ha motivado a Oscar Alvariza para editar «Apuntes sobre Fram» donde el Tren es el gran protagonista. Por sus andenes y ventanillas van deslizándose las historias y anécdotas, los relatos y ensayos, notas y apuntes periodísticos a veces breves pero en general ricos en matices y voces de tierra adentro, transportándonos a Asunción y sus alrededores, incluso al Alto Chaco, para de pronto exponernos a los avatares de la agricultura, la política, la salud, la cultura y la etnografía. Y puede decirse que lo hace como periodista, trabajador social y ciudadano militante de nobles inquietudes, principalmente para mantener el vínculo trascendental con la esencia y la memoria, la razón y la verdad en grado instrumental por y a favor de la humanidad quijotesca que existe detrás de cada obra lanzada al público en un país donde el libro nunca formó parte de la canasta familiar, de la religión social del mercado. Aquí pareciera que toda odisea literaria paraguaya goza de atemporalidad, de circularidad. De tal suerte que el certificado de nacimiento y la partida de defunción de lo tipográfico en nuestro país tendrían de por sí sello y firma del Feudalismo, inquisición y conquista espiritual; Colonialismo, racismo y saqueo económico; Imperialismo, tutelaje y dependencia cultural;
Globalismo, infodemia y deshumanización de masas»