Descripción
Por las páginas de «La ciudad sin judíos», novela utópica concebida con un funcionalismo literario de nuevo cuño (la literatura Pulp americana no le queda muy lejos), Hugo Bettauer nos presenta, en la Viena de los años 20, no solo con la máxima verosimilitud, sino con el más radical realismo, las posibilidades futuras de todo presente (el de entonces y el de hoy) preñado de nefastos presagios y, lo que es peor, de interesadas, cuando no malvadas, intenciones: las que corresponden a una sociedad que no se aviene al imperio de lo moral y sí al de la conveniencia y la autoafirmación. La política, tantas veces denostada, no es más que el resultado de las presiones, del silencio y/o de la aquiescencia de los grupos de los que todos formamos parte.En las páginas de «La ciudad sin judíos», uno pensaría estar leyendo el relato de la vida política actual: instituciones que «hacen juego» en una democracia orientada al propio beneficio y al que invita el croupier de turno; juego de intereses camuflados de buenas intenciones, personajes que hacen imperar lo propio sobre el común y masas amorfas que se orientan como las veletas mueven la acción de una novela en la que cabría cambiar el nombre de cualquiera de sus protagonistas (el canciller Schwertfeger, el semita Strakosch, el munícipe Laberl, etc.) por el de cualquiera de las primeras figuras de nuestra actualidad. ¡Qué previdencia la de Bettauer! Aplicarse el cuento toca.